La vía y la cañada continúan por el término municipal de Guijuelo, llegando a un pequeño puente peatonal de granito adintelado, de factura contemporánea y realizado para favorecer el transito actual de los viandantes. Donde la cañada se estrecha y comienza el bosque de encinas, encuentramos un nuevo miliario, colocado recientemente en un punto donde se divisa la vía ya recorrida y las dehesas que la rodean. Aquí se ha construido un mirador, que permite al caminante admirar el amplío paisaje de llanuras al pie de la Sierra de Bejar.