
No muy lejos en línea recta de Villalazán, pero al otro lado del Duero, encontramos el otro enclave arqueológico de importancía, que en ocasiones ha sido también relacionado con el trazado de la Vía. Se trata de las imponentes
Cisternas Romanas del Teso de la Mora, situadas sobre una amplia plataforma elevada, a escasos 5 km al norte de la localidad de
Molacillos. En este promontorio se han excavado y puesto en valor, dos cisternas de romanas, construidas alrededor del cambio de Era y que hoy en día pueden ser visitadas. Su construcción y uso parece que pudo esrtar relacionada con el avituallamiento de las unidades militares romanas que transitaban por la Vía de la Plata.. Las cisternas del Teso de la Mora, son unas de las instalaciones de este tipo más monumentales de las conocidas en Hispania. Se trata de dos depósitos gemelos subterráneos de planta rectangular, cubiertos con bóveda de cañón y fabricadas con el hormigón romano, denominado
opus caementicium. La superficie interna de las cisternas aparece recubierta por
opus signinum, un revestimiento realizado con cal y ladrillos o tejas machacados, que servía de impermeabilizante. La estructura aparece dividida longitudinalmente por un muro central de una anchura de 0,7 m, perforado por tres vanos (de unos 0,7 m de anchura y 1,65 de altura) rematados en arco de medio punto, que comunican ambas cámaras. Cada una de ellas alcanza los 10,6 m de longitud, una anchura de 3,7 m y una altura total de 5,76 m, pudiendo almacenar una cantidad máxima de agua de 211 m3 en cada una de ellas.