DE la catedral

Vidrieras de la Catedral

Detalle de  la vidriera de los pies de la nave lateral sur

 con la Presentación del Niño en  el templo

El largo proceso constructivo de la Catedral obligó a instalar el conjunto de las vidrieras en tres fases. La primera fase coincide con el Renacimiento, estilo moderno que la Catedral pretende negar conservando las formas góticas tradicionales. Entre 1544 y 1548 se ejecutan las vidrieras de los ventanales de las naves central y laterales. En 1544 el Cabildo encarga al fabriquero Juan Rodríguez y al maestro de obras García de Cubillas visitar talleres en Burgos, Toledo y Salamanca con el objeto de contratar maestros vidrieros de reconocido prestigio. Finalmente se contrata a los talleres de Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara, figuras de gran reputación que trabajaron en las catedrales de Ávila y Salamanca, como el maestro vidriero de Amberes Gualter de Ronch. Al año siguiente, en 1545 se contrata también a los vidrieros Pierres de Chiberri y Pierres de Holanda, autores de la mayor parte de las obras realizadas en esta fase.

 

Según avanza la construcción, a finales del siglo XVII, se continúa con la colocación de vidrieras en la zona del crucero y la cabecera. En esta segunda fase (1674-1689) se recupera para la Catedral la práctica de este arte del vidrio, lo que en palabras del estudioso Nieto Alcaide constituye un ejemplo de tradicionalismo único. En este momento Francisco Herranz, asistido por Antonio de Isla y Felipe Angulo, se encarga de los vitrales del crucero y la girola. El nuevo gusto hará que en el siglo XVIII varias de las vidrieras se retiren y se sustituyan por los vidrios incoloros, aunque algunas fueron repuestas en el siglo XX.

 

En la última etapa (1916), la Casa Maumejean elabora las siete vidrieras de color que se sitúan en los vanos de la Capilla Mayor.  Las vidrieras de la Catedral de Segovia constituyen un caso excepcional  al recuperar un arte en desuso. Cuando en el siglo XVII se decide completar las vidrieras, el Cabildo encarga escribir a los maestros Francisco Herranz y Juan Danis una serie de tratados para poder transmitir las técnicas y formas de ejecución tradicionales, llevando a estos artistas a redescubrir el modo con que se fabricaron las antiguas. Este interés por el arte antiguo de la vidriera no volverá a surgir hasta el siglo XIX, en el que se experimentan de nuevo las técnicas y procedimientos vidrieros de la mano de los artistas modernistas.

 

El programa iconográfico

 

La función preferente que asume la vidriera en la arquitectura gótica clásica se proyecta en dos sentidos: como medio para la configuración simbólica del espacio y como soporte de contenidos iconográficos. Este último valor será el que más se destaque en la Catedral segoviana, en cuyo archivo se conserva un interesante documento sobre el contenido iconográfico de las vidrieras, que se titula: Orden de las ystorias que se han de poner en las vedrieras de la iglesia mayor de Segovia.

 

 En 1543 se cierran las naves de la Catedral, construyéndose un muro de ladrillo como cierre del templo en la zona de la cabecera. En este momento quedaba pendiente la costosa tarea de colocación de las vidrieras para permitir, de este modo, el uso del edificio. Para el comienzo de esta tarea se llevaron a cabo diferentes actuaciones, entre ellas la redacción del mencionado manuscrito. En él se describe el programa iconográfico, que consistía en ilustrar, a través de imágenes, la historia de la Redención. Dado que cada ventanal está compuesto por tres vanos, se representa en el del centro una escena del Nuevo Testamento, destinando los laterales a pasajes del Antiguo Testamento con temática afín a la de la imagen central. De este modo en el primer ventanal del lado de la epístola aparece como escena central la Anunciación de Nuestro Señor que se acompaña a uno y otro lado por la anunciación del nacimiento de Isaac y del de Sansón. De factura muy posterior son las vidrieras del crucero y de la cabecera, que debían mostrar cierta sintonía con lo ya materializado en el templo. El repertorio iconográfico elegido para la girola son escenas de la Vida de la Virgen. Por último, las siete vidrieras de la capilla mayor, ya del siglo XX.

El proceso de restauración de las vidrieras

 

El paso del tiempo ha deteriorado las vidrieras, determinando que nos hayan llegado incompletas: se han perdido siete vanos con sus vidrieras completas, 11 con pérdidas importantes y 31 vidrieras con pérdidas menores. Ello motivó que en el año 2009 el Cabildo encargara la restauración de más de 160 vidrieras del templo.

 

 La restauración es un complicado proceso que comienza con la planificación y recopilación documental que permite definir el plan de trabajo. Los criterios de restauración y conservación son: el conocimiento profundo de la obra antes de la intervención, la máxima reversibilidad de todas las actuaciones y que estas no causen deterioro alguno y la mejora en la comprensión de la obra sin distorsionar su lectura.

 

 

Los principales problemas a los que se han enfrentado en el proceso de restauración son las pérdidas de la superficie (muchas de ellas se vieron afectadas por el incendio de la torre de 1614), los depósitos de suciedad y las restauraciones de mala calidad que afectan a las estructuras.

 

La restauración comienza con el estudio detallado del programa iconográfico. A continuación se desmonta la vidriera para analizarla y ver qué partes hay que consolidar, remontar o reintegrar. Finalmente se diseña el cartón, que será el guion que debe regir en su restauración a través de diferentes vidrios y pigmentos (grisallas), y se elaboran las piezas que se montarán en la estructura o tinglado de plomo.

 

Todo este proceso, que a priori parece sencillo, acarrea consigo una serie de  estudios químicos y físicos que permiten conocer los diferentes componentes de las vidrieras originales. Además, dado que muchos de los pigmentos originales actualmente ya no se encuentran en el mercado, ha sido necesario desarrollar una laboriosa investigación para poder conseguir los colores más parecidos a los de las vidrieras de los siglos XVI y XVII.

 

La última de las actuaciones vinculadas a su conservación preventiva ha consistido en la colocación de unos paneles protectores que permiten la entrada de luz, minimizan los choques térmicos o la acción del viento y evitan el impacto de objetos y aves.

FICHA TÉCNICA DE LA RESTAURACIÓN DE LAS VIDRIERAS

Vetraria Muñoz de Pablos S.L.

Dirección facultativa:

Carlos Muñoz de Pablos, Lic. en Bellas Artes y pintor-vidriero

Pablo Muñoz Ruiz, Lic. en Bellas Artes y pintor-vidriero

Alfonso Muñoz Ruiz, Lic. en Bellas Artes y pintor-vidriero

Promotor de la restauración: Ilmo. Cabildo de la Catedral de Segovia

Vidriera de la Anunciación restaurada