Excavación en Pozarrate. El complejo minero prehistórico de sílex de Araico-Cucho (cuenca vasco-cantábrica). Los sílex, sus labores extractivas y su difusión en el Pleistoceno superior y Holoceno

Al sur de la cuenca vasco-cantábrica se encuentra la Depresión de Miranda-Treviño, donde aflora un conjunto carbonatado (Sierra de Araico–Montes de Cucho) en el que aparecen importantes silicificaciones de origen lacustre-palustre del Terciario continental (Mioceno, Aquitaniense-Burdigaliense).

En el collado de Pozarrate, término de Grandival, se ha identificado una sucesión de ocho escombreras que se van relevando linealmente en la ladera norte de la sierra. Aquí las labores mineras prehistóricas han profundizado en el sustrato geológico hasta configurar cubetas colmatadas de escombros de unos 4-6 metros de profundidad. En la última, de cota inferior, llevamos excavando los últimos ocho años. Se ha conseguido datar un asta de ciervo y un fragmento de carbón que han dado fechas de en torno a los 6.000 años de antigüedad, que las sitúan en el Neolítico. Junto con Casa Montero (Madrid), se trata de la única mina prehistórica de sílex datada hasta el momento en la Península Ibérica.

En 2017, octava campaña de excavación, se ha continuado poniendo al descubierto la inferior y última de las ocho escombreras. Tiene unos 30 metros de diámetro y los trabajos se han centrado en profundizar una trinchera de 23 m de longitud y de 3 a 7 m de anchura con una orientación N-S. El frente de explotación deberá tener probablemente unos 5 m de altura, lo que la convertiría en una de las obras de mayor envergadura neolíticas de la Península Ibérica.

En esta campaña se han recuperado unos 12.500 fragmentos de sílex. Se trata fundamentalmente de fragmentos brutos: nódulos, enteros o fragmentados. Destacan algunas piezas bifaciales, núcleos y escasas piezas retocadas. También se han recuperado dos grandes mazas de ofita prácticamente enteras, de 4,5 y unos 9 kg de peso, ambas con entalladuras en su parte central para el enmangue. Completan el repertorio material documentado contados fragmentos cerámicos (sobre una decena o poco más) situados en la capa de relleno superficial y acompañados de dos pequeñas plaquitas metálicas, probablemente de cobre.