Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte. Excavación arqueológica en la Cueva de Prado Vargas

Este proyecto se centra en el estudio de los últimos grupos neandertales que vivieron en la Meseta, documentando a través del registro arqueológico los cambios que puedan aportar claves sobre el porqué de su desaparición.

La cueva de Prado Vargas se abre al pie de un escarpe rocoso en la margen derecha del río Trema; tiene un marcado desarrollo en dirección NE-SE, dividiéndose en dos zonas separadas por un angosto pasillo de 6 m. La más cercana a la salida posee 30 m de longitud y la parte final es de unos 50 m. El yacimiento arqueológico musteriense se localiza en la parte más próxima a la entrada, con una datación del nivel 4 de 46.000 años.

La intervención se inició con la apertura original de la cavidad –instalándose un cierre que asegure su protección–, habiéndose centrado los trabajos de excavación arqueológica en las siguientes actuaciones:

  1. Excavación de los cuadros del nivel 4 que no se completaron en la campaña anterior (2016), con una densidad de materiales muy alta: en poco más de 6 m² se han recuperado más de 1.400 registros de fauna e industria lítica.
  2. Realización de un sondeo para identificar el suelo de la cavidad y su potencia arqueológica. A través de este proceso se ha descubierto un nivel de cenizas y material arqueológico interpretado como un hogar, por debajo del cual se suceden arenas con clastos en las que aparecen también restos arqueológicos. El resultado final es una secuencia estratigráfica de al menos 3,5 m de profundidad en la que no se alcanza aún el suelo de la cueva, lo que pone de manifiesto su elevado potencial arqueológico.
  3. Retirada de las terreras de excavaciones antiguas que se han sacado de la cueva.
  4. Escaneado de la cavidad ya limpia de terreras.
  5. Curso de formación y conferencia sobre los avances en investigación de Prado Vargas a lo largo de este año, impartido en la casa del parque de Quintanilla del Rebollar.
  6. A través de un programa de voluntariado con gente de la zona, se han lavado los sedimentos y triado posteriormente para recuperar la microfauna.