Investigación arqueológica del recinto amurallado

El conjunto amurallado de Haza, uno de los principales referentes patrimoniales y monumentales de la Ribera del Duero, está siendo objeto de un ambicioso programa de recuperación a fin de convertir sus restos en un recurso para el desarrollo cultural de la villa y de toda la comarca.

En este contexto se están desarrollando tanto actuaciones de consolidación de las fortificaciones como trabajos de excavación arqueológica, con descubrimientos en los últimos años que han dado un vuelco a los conocimientos que hasta ahora teníamos. Desde 2015 se han identificado una gran torre y un antemural que defendían la entrada al castillo desde el interior del recinto urbano y, además, los restos de una cerca muy probablemente de finales del siglo V o de principios del VI, totalmente desconocida hasta el momento y que permite remontar varios siglos atrás la ocupación del cerro de Haza. Este nuevo descubrimiento explica la importancia estratégica de este lugar antes incluso de que fuera elegido, a partir de 912, como una de las cabezas de puente del Condado de Castilla por tierras del sur del Duero.

Esta primera cerca, de la que hemos encontrado la cimentación y una parte muy reducida del alzado del muro, se levantó con un sistema constructivo netamente romano, el llamado opus caementicium, consistente en un encofrado de mortero de cal mezclado con piedras de pequeño y mediano tamaño. Debió de mantenerse en pie durante más o menos dos siglos, construyéndose a partir del siglo X una nueva muralla, primero de tapial y posteriormente de piedra.

En definitiva, este conjunto de evidencias pone de manifiesto la complejidad del conjunto amurallado de Haza y nos habla claramente de su importancia estratégica como gran observatorio del tramo final del valle del Riaza y de un amplio sector del valle del Duero. Estos fueron los principales valores que convirtieron a este lugar en uno de los puntos estratégicos de la Ribera durante casi mil años.