Tiempo de fiesta - Mascaradas de Castilla y León

MASCARADAS DE CASTILLA Y LEÓN

TIPOS DE MASCARADAS

A simple vista se puede observar que hay muchas diferencias entre las distintas mascaradas. Por ello, las hemos agrupado, en función de las máscaras y sus acciones, en los siguientes tipos:

Mascaradas demoniacas: aquellas en las que el protagonista lleva máscara de carácter demoniaco, que, la Iglesia, por su aspecto, las va a convertir en símbolo del Diablo cristiano. Éstas pueden tener una acción teatralizada completa, como es el caso de las Obisparras alistanas, o incompleta. Al primer tipo pertenecen las de Abejera, Ferreras de Arriba, Pobladura de Aliste, Riofrío de Aliste, San Vicente de la Cabeza, Sarracín y La Torre de Aliste; y, aunque modernizado, Alija del Infantado. Al segundo tipo corresponden las de Abejar, Casavieja, Montamarta, Pozuelo de Tábara, Sanzoles y Villanueva de Valrojo.

Mascaradas zoomorfas: en las que el protagonista es una máscara con forma animal, bien sea de toro, características de la provincia de León, como es la de Sardonedo, bien de vaca, típicas de terrenos poco aptos para la agricultura, como son las de Abejar, Almeida de Sayago, Carbellino de Sayago y Pereruela. Mascaradas Mixtas: donde se yuxtaponen o complementan dos rituales distintos, uno protagonizado por máscaras demoníacas, otro, por máscaras zoomorfas, que pueden interaccionar entre sí o yuxtaponerse; dentro de este grupo hay que destacar la singularidad de una máscara de caballo, en Villarino tras la Sierra. Mixtas son también las de Llamas de la Ribera, Navalosa, Palacios del Pan, Riello, San Martín de Castañeda y Velilla de la Reina.

Mascaradas demoníacas al servicio de la liturgia cristiana. La Iglesia, cuando a partir del Concilio de Trento quiere responder a la negación de la transustanciación por parte de los protestantes, lo hace potenciando la fiesta de Corpus Christi, cuya devoción, posiblemente por la carga teológica que conllevaba, nunca había calado en el pueblo. Para hacer una celebración festiva, alegre y atractiva para el pueblo, la propia Iglesia “resucita” alguna de las máscaras que había intentado extirpar, pero las transforma en símbolo del Diablo cristiano y las combina con Danzantes. Nacen así Birrias, Colacho, Bobos, Zarrones, en una palabra Botargas. De este tipo son las celebraciones de Almazán, Castrillo de Murcia, Cevico de la Torre, Laguna de Negrillos, Las Machorras, Pobladura de Pelayo García, Tábara y Torrelobatón.

Todas las máscaras demoníacas realmente representan a unos seres intermedios entre los dioses y los hombres, los démones, en quienes se encarnan los espíritus de los antepasados, que regresan a la tierra, aprovechando el parón invernal, para pasar revista a nuestras formas de vida, purificar nuestros pueblos y a sus gentes y fertilizar nuestros campos, ganados y mujeres. Las Vacas y Vaquillas son símbolos de la Tierra Madre y buscan propiciar la fertilidad agrícola; los Toros simbolizan la fertilidad global; el Caballo, además de animal sagrado en la antigüedad y transportador de almas, por el rito que realiza, golpeando con barro, también es símbolo de fertilidad agraria y humana.

JCyL Patrimonio / turismo Web patrimonio jcyl Turismo jcyl