Los miliarios de la Vía de la Plata en Salamanca

El actual proceso de reposición

 

En la provincia de Salamanca se han identificado y catalogado hasta la fecha un total de 53 miliarios o columnas miliarias -completos o fragmentados-, todos ellos localizados al sur de la ciudad de Salamanca y en relación directa con la Vía de la Plata. De este número, un total de cuatro son algo dudosos, si bien parece que podría tratarse de columnas miliarias. Existen además referencias bibliográficas acerca de otros cuatro, desaparecidos desde hace largo tiempo.

 

Al norte de la ciudad de Salamanca no se conoce con certeza la existencia de miliarios, siendo absolutamente esporádicos los hallazgos en la vecina provincia de Zamora. De Calzada de Valdunciel, en Salamanca, proceden cinco piezas que en ocasiones han sido identificadas como miliarios, pero que seguramente distan mucho de haberlo sido.

 

Del ya referido número total de ejemplares conservados hoy día en la provincia, 48 miliarios, podría decirse que el proceso de vuelta de estas columnas a su ubicación original en la Vía de la Plata se encuentra realizado en algo más del 50%. Un porcentaje importante fue donado en su momento por los propietarios, habiéndose trasladado a la calzada algunos y estando pendientes de traslado otros. Contamos con 28 miliarios que ya han sido recuperados y trasladados al antiguo camino romano, en un proceso que comenzó en 1988, promovido por la Junta de Castilla y León, proceso del que se han ejecutado hasta la fecha cinco fases sucesivas. Por el contrario, permanecen al día de hoy desplazados de la vía en propiedades de particulares o instituciones otros 20 ejemplares. Algunos de estos miliarios se encuentran reutilizados en los lugares más variopintos, como pueden ser corrales, establos, edificios religiosos, jardines… etc., como se vio anteriormente.

 

El proceso de reposición de estos miliarios se inició hace ya casi un cuarto de siglo (Jiménez González y otros, 1988), cuando el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León de Salamanca procedió a la colocación junto al puente de la Malena, en las cercanías de la milla 134, de la mitad inferior de una de estas grandes columnas, que se encontraba empotrada en una cerca próxima al puente, a la que alude Morán, siendo identificada como tal a raíz de unos trabajos de limpieza de la calzada en ese tramo. Unos cinco años después, entre 1993 y 1995, la Asociación de Amigos del Museo de Salamanca, por un lado, y ACASAN, por otro, procedieron a la colocación de varios ejemplares en el tramo comprendido entre el referido puente y la población de Fuenterroble de Salvatierra, especialmente en el tramo que discurre por los términos municipales correspondientes a las poblaciones de La Calzada de Béjar, Peromingo y Valdefuentes de Sangusín. En 2006 volvió a la calzada, en el paso del río Sangusín, el miliario que permanecía en Nuevos Ministerios, llevado allí temporalmente para una exposición y nunca hasta esa fecha devuelto a su lugar de origen.

 

Exceptuando el caso referido anteriormente, este proceso había quedado prácticamente en suspenso en los últimos años, hasta que en 2007 la Junta de Castilla y León llevó a cabo la elaboración de un estudio técnico al efecto, recogiendo en un inventario exhaustivo y actualizado la totalidad de las columnas miliarias del tramo salmantino de la Vía de la Plata, valorando las posibilidades reales de recolocación de las mismas en su ubicación original, tanto en lo referente a las donaciones o consentimiento al traslado de los propietario como a la viabilidad y costo de las operaciones.

 

Poco después, a finales de 2008, la citada administración promovió la recolocación de seis de estos miliarios, en una Fase 1 de actuación, una vez que los propietarios legales autorizaron su traslado a la calzada, poniendo como condición en casos que los posibles daños en sus propiedades como consecuencia del desmonte de las columnas les fueran sufragados. De esta manera quedaron instalados en la calzada seis nuevos ejemplares, procedentes de la Colonia de San Francisco (Béjar); de un establo de Peromingo; de Valverde de Valdelacasa (dos ejemplares); del parque del Ministerio de Obras Públicas de Guijuelo y por último de la finca de titularidad municipal Laguna de la Dehesa, en Navalmoral de Béjar.

 

El siguiente paso de este proceso, vertebrado en una Fase 2,  se llevó a cabo en el verano de 2010, con la reposición de tres nuevos miliarios, uno procedente de las ruinas del castillo de Santa Cruz, en Navagallega (Membribe de la Sierra) y los dos miliarios (conservados en dos y tres fragmentos respectivamente) que se encontraban empotrados en la estructura pétrea del puente de Palacios de Salvatierra (Guijuelo)*.

 

La siguiente actuación se llevó a cabo en el mes de marzo de 2011, con la instalación en la calzada de los tres miliarios originariamente procedentes de la ermita del caserío de Calzadilla de Méndigos, que se encontraban desde hace alguna vs décadas en la finca Linejo, en Matilla de los Caños del Río (Fase 3). Estas columnas quedaron instaladas en las millas 164, 165 y 166, dentro del trazado de la calzada por los términos municipales de Membribe de la Sierra (los dos primeros) y San Pedro de Rozados (el último).

 

La Fase 4, financiada igualmente por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, se acometió a lo largo de octubre de 2012, quedando instalado en la Vía de la Plata un nuevo miliario más procedente de la iglesia de Casafranca.

 

Por último, la Fase 5 se llevó a cabo en junio de 2013, constituyendo la última actuación en ese sentido, quedando instalados en la calzada dos nuevos ejemplares que se encontraban en la población de San Medel -integrado en la escalinata de acceso al campanario de la iglesia- y en la finca El Carnero, en Calzada de don Diego -propiedad de la casa de Alba-, dentro de una alambrada cumpliendo una controvertida función ornamental.

 

Las recolocaciones de estos últimos quince ejemplares que hasta el momento han sido instalados en la calzada por la Junta de Castilla y León desde la elaboración del referido estudio técnico en 2007 se han encauzado dentro de un esquema general preestablecido que se resumirá seguidamente. En cuanto a las columnas miliarias que cuentan con numerales conservados se ha llevado a cabo su reposición siempre en el punto de la milla que indican los mismos. Caso de no indicar la milla, por haber perdido el numeral o, tal vez, por ser anepigráficas y no haber contado con el mismo, se han recolocado, igualmente, en el punto de la milla más cerca de su lugar de procedencia. Ambos casos se han dado en las dos columnas recuperadas recientemente de la estructura del puente de Palacios de Salvatierra (Guijuelo).

 

No se ha tomado un lateral invariable de la vía para las reposiciones, sino que éste ha variado en función de aspectos tales como la anchura y trazado, especialmente, sin olvidar tampoco posibles valores paisajísticos… etc. Tampoco parece que en su posición original en la vía los miliarios siguieran un esquema uniforme; los dos ejemplares que según parece se encontrarían in situ, el del paso del río Sangusín  y el de el Prado Fusillo (especialmente éste último) habrían sido instalados en diferentes lados de la calzada, a la izquierda y a la derecha, respectivamente, subiendo en dirección norte por el camino.

 

Con respecto a las columnas miliarias carentes de numeral -como son lo casos de la Colonia  San Francisco, Laguna de la Dehesa, los dos ejemplares de Valverde de Valdelacasa o uno de los miliarios de la iglesia de Casafranca-, se ha partido de que su relación con la calzada es estrictamente de proximidad geográfica, en el sentido de que parece lógico pensar que podrían  relacionarse con la milla o millas más cercanas, dada la dificultad que supone el transporte de estos monolitos, aun conscientes de que, en sentido estricto, nos es desconocido cuál de ellas podían haber estado señalando. Su recolocación en la vía se ha encauzado del mismo modo; instalándolas en los puntos exactos de las millas más cercanas a su situación actual o última procedencia conocida.

En ocasiones se ha dado el caso de que el trazado de una milla contaba -directa o indirectamente- con más de una columna miliaria asociada, bien por la presencia de numerales que así lo indicaban sin discusión o bien por la proximidad geográfica de la ubicación actual o procedencia conocida de otras columnas anepigráficas. Para estos casos en los que o bien son anepigráficas o no se ha conservado su referencia a la milla, hemos preferido, como norma general,  seguir manteniendo el criterio de proximidad geográfica con respecto a la vía y hemos propuesto su reposición dentro de la milla o millas más cercanas. No es ajeno a ello la actitud de buena parte de los propietarios de las columnas que hasta el momento han consentido en su traslado al camino romano, manifestando, como norma general, que su recolocación se efectuara en las inmediaciones de sus propiedades, en la población o, en todo caso, en el término municipal donde se encuentran, como es el caso de los dos ejemplares de Valverde de Valdelacasa, el dudoso miliario de Navalmoral de Béjar o los dos miliarios recuperados del puente de Palacios de Salvatierra.

 

Complica aún más el proceso de la reposición el hecho de que en el momento actual nos encontramos con que en algunas millas ya se habían recolocado columnas en los últimos años, especialmente en la primera mitad del trazado (dentro de los términos municipales de Puerto de Béjar, La Calzada de Béjar, Navalmoral de Béjar, Valdefuentes de Sangusín, Peromingo y Fuenterroble de Salvatierra), sobre todo en las millas 140, 141 y 142. Como ejemplo de reubicación equilibrada y estéticamente acertada citaremos algunos ejemplares, como las dos columnas que la Asociación de Amigos del Museo de Salamanca colocó en 1994 en el punto de la milla 137, en el camino real que discurre por el término municipal de La Calzada de Béjar; el más recientemente repuesto miliario de Peromingo, instalado por la Junta de Castilla y León en 2008 en la milla 141; o los dos estupendos miliarios procedentes del puente de Palacios de Salvatierra, instalados en las millas 153 y 154.

 

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