VIII Campaña de vacunación para niños de Costa de Marfil (Asociación ONG África Arco Iris)
Fecha de publicación:
6 de agosto de 2009
Fuente:
Consejería de Interior y Justicia
Descripción:
La expedición parte de España el próximo 6 de octubre y vacunará en 10 días a 17.000 niños que viven en las zonas más necesitadas o en conflicto del país
Contenido:
La Fundación Cooperación y Ciudadanía de Castilla y León, que aporta una financiación de 50.000 €, inicia, en octubre, en colaboración con la ONG África Arco Iris, una campaña de vacunación contra la meningitis A/C y la fiebre tifoidea en Costa de Marfil en la que se beneficiarán más de 17.000 niños.
África Arco Iris será la encargada de llevar a cabo esta VIII campaña de vacunación. Esta organización sin ánimo de lucro se fundó en el año 2005. Su principal objetivo es la vacunación de niños de 0 a 14 años y mujeres embarazadas de los países del África Subsahariana, contra la meningitis A-C, la fiebre amarilla, la fiebre tifoidea, y el tétanos.
El gobierno del país procura cumplir un calendario de vacunaciones contra algunas de las enfermedades más extendidas entre su población, como el paludismo, y la tuberculosis, pero éste programa no cubre ni la meningitis A/C ni la fiebre tifoidea, que tienen una especial incidencia en el grupo de población más desfavorecido, es decir, en los niños, y que suelen encontrarse en zonas selváticas, con un menor desarrollo.
La situación de Costa de Marfil viene deteriorándose paulatinamente desde 1.999, pues a las consecuencias de la guerra civil (que finalizó en el 2004), hemos de sumarle una crisis económica debida al desplome de los precios en las mercancías que les proporcionan los mayores ingresos, como son el café y el cacao. Los desplazamientos masivos de población hacia las ciudades dejan completamente desatendidas las zonas rurales. A esto le añadimos las enfermedades infecciosas que, periódicamente, asolan la franja costera y que hacen que la población se concentre en los núcleos urbanos.
Costa de Marfil cuenta con 9 médicos por cada 100.000 habitantes, y aunque en casi todas las aldeas hay algún tipo de consultorio básico comunitario, sólo un 25% de los pobladores pueden acceder a él. Ninguna aldea tiene farmacia y las infraestructuras sanitarias de la zona son insuficientes y están obsoletas o abandonadas.