Autor:
LETINIER, Rosine
Descripción:
Al hablar de la Corona de Castilla nos situamos, en el tiempo, en la época bajomedieval y en la Edad Moderna. En el espacio, en los territorios que le pertenecen y que —como se sabe— se amplían de manera espectacular, durante ese período, en la Península y, sobre todo, en las Indias. No se considera aquí a los territorios de la Corona de Aragón, hasta que deja de ser independiente de Castilla, aunque el nombre de Audiencia se conoció y se empleó en la Corona de Aragón desde la Baja Edad Media para designar también a un tribunal de justicia real. Pero se trata de una iniciativa diferente, presentaba unas características y una organización muy distintas de las Audiencias castellanas, y finalmente y sobre todo, el «sistema» castellano —si se puede hablar de tal sistema— acabó sustituyendo al aragonés.
La definición de la institución de la Audiencia en Castilla y en las Indias no es simple; en primer lugar, por una razón práctica, pues es designada a menudo con nombres diferentes, lo que refleja su característica esencial: no es una institución cristalizada, creada de una vez por todas. Y hablar de la institución de la Audiencia equivale, en gran medida, a hablar de su evolución. En efecto, en un principio se trata de un tribunal único, próximo al rey, pero, con el tiempo, se van multiplicando las Audiencias en la Península y en las Indias. Además, este tribunal, aun siendo único, no tuvo siempre la misma composición, ni las mismas atribuciones, ni las mismas competencias judicia les como, en general, tampoco las tuvieron las distintas Audiencias creadas a lo largo del tiempo respecto de la originaria ni cada una respecto de las demás.
Sin embargo y a pesar de esa acumulación de divergencias, aparecen elementos característicos permanentes que explican que a un cierto tipo de institución se le llame Audiencia, aunque presente importantes y sustanciales diferencias respecto de la Audiencia originaria o respecto de Audiencias coetáneas.
En razón de esta observación, pareció conveniente exponer como introducción ese núcleo primero de elementos sustanciales característicos de la institución que justifican su unidad y, luego, partiendo de esa base, exponer las diversas modalidades que conoció la institución, es decir hablar de su evolución.
Tipo de publicación:
Artículo
Fecha de publicación:
1 de abril de 2007