Fecha de publicación:
30 de abril de 2015
Fuente:
Consejería de la Presidencia
Descripción:
Tras la tragedia humanitaria acontecida en Nepal, la Junta de Castilla y León responde al llamamiento de ayuda internacional.
Contenido:
El Consejo de Gobierno celebrado este jueves 30 de abril, ha aprobado la concesión de una ayuda de emergencia por valor de 50.000€ para atender las necesidades básicas de la población afectada por el desastre ocurrido en Nepal que se destinará a atender las necesidades básicas de la población afectada por el desastre con la dotación de equipos de cobijo, saneamiento y salud.
La intervención aprobada está enmarcada en la operación puesta en marcha por la Federación Internacional de Cruz Roja (FICR) y Cruz Roja Española, una de las 3 entidades recomendadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para vehicular la ayuda de emergencia en este contexto y que cuenta con amplia experiencia en este tipo de acciones.
La Junta de Castilla y León y su ciudadanía han demostrado desde siempre su fuerte compromiso solidario y de ayuda con los más necesitados, respondiendo con prontitud en los momentos de emergencia ante los llamamientos internacionales de ayuda humanitaria.
El terremoto que asoló Nepal el pasado sábado 25 de abril, tuvo una magnitud de 7.8. en la Escala Richter y ha producido gravísimas pérdidas tanto en vidas humanas, como en el patrimonio cultural de Nepal, una de las principales fuentes de ingresos del país.
Las más de 70 réplicas del seísmo y las lluvias, han dificultado las tareas de rescate y amenazan con aumentar el número de muertos y heridos, ya que se teme que queden más victimas bajo los escombros.
Hasta el momento, han fallecido más de 5000 personas y hay más de 8000 heridos, aunque se calcula que la cifra podría llegar a las 10.000 víctimas.
La población nepalí afectada necesita urgentemente artículos de primera necesidad, agua potable, saneamiento y recuperación de sus medios de vida. Se prevé que esta ayuda que gestionará Cruz Roja a través de su Federación Internacional y en coordinación con la Cruz Roja Nepalí, vaya destinada a atender las necesidades más urgentes, como la dotación de agua potable, saneamiento, refugio, medicamentos y alimentos.
El seísmo produjo la destrucción de más de 70.000 hogares y hay un gran número de personas desplazadas, cifra que podría alcanzar los 3 millones de personas, debido a la alta densidad de población en la zona afectada, con unos 8 millones de habitantes.
Como en todos los desastres de esta naturaleza, los más vulnerables son las mujeres y los niños, que en esta situación de caos, se encuentran más desprotegidos que nunca ante las dificultades que están viviendo.
El Gobierno nepalí, ha solicitado ayuda de emergencia para cubrir las principales necesidades tras la catástrofe, como son los equipos y elementos de búsqueda y rescate, los equipos e insumos médicos y tiendas para establecer hospitales, también bolsas para cadáveres, equipamiento pesado para la eliminación de escombros y helicópteros para el transporte y acceso a áreas aún bloqueadas.
La desolación y las dificultades en las comunicaciones complican la llegada de la ayuda internacional, que deberá movilizarse hasta las zonas menos accesibles, donde todavía no se han podido evaluar los daños materiales y personales causados por el terremoto.
La Junta de Castilla y León lleva más de 20 años apoyando e impulsando proyectos de cooperación para el desarrollo, a los que se suman además las intervenciones de carácter humanitario. En 2014 se colaboró en la reciente crisis del Ébola en Sierra Leona, así como en el envío de ayuda para los refugiados de los conflictos bélicos que se están viviendo en Siria. A lo largo de estos años se ha intervenido en otros desastres naturales, como el Tifón Yolanda en Filipinas, la reconstrucción tras el desastre natural en Haití, la atención de emergencias por efectos de inundaciones provocadas por los huracanes y lluvias torrenciales en América Latina, así como en otro tipo de emergencias que han requerido de esta línea de ayudas, como las crisis cronificadas de los campamentos saharauis, el reparto de alimentos y semillas en el cuerno de África o las campañas de vacunación masiva contra la meningitis y las fiebres tifoideas en Costa de Marfil entre otras acciones.
La ayuda internacional en estos momentos es clave para intentar paliar los daños producidos, atender lo antes posible a los heridos y salvar el mayor número de vidas, de modo que sus habitantes puedan reponerse de este duro golpe y empezar a trabajar en su futuro.