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1 | ANÁLISIS GEOGRÁFICO

Por : Sara M. Sánchez González

La Calzada de Béjar se localiza en el extremo suroriental de la provincia de Salamanca en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, entre la cuenca de Sangusín y las cumbres de la Sierra de Béjar. Forma parte de la comarca de Sierra de Béjar y pertenece al partido judicial de Béjar.

Mapa 1: Localización del término municipal. Elaboración propia.

El término municipal muestra una orografía ondulada, con altitudes que oscilan entre 680 y 945 m. Cuenta con una extensión de 9,47 km2. Las aguas se dividen entre las cuencas de los ríos Sangusín y el Cuerpo de Hombre, ambas pertenecientes a la subcuenca del río Alagón, afluente del río Tajo. Por el norte del término discurre el Arroyo de la Negrilla que vierte sus aguas al río Sangusín y por el sur el Arroyo de la Pedrera, el cual las cede al Río Cuerpo de Hombre. Además dispersas por el término encontramos veinte lagunas o lavajos, que hacen las veces de abrevaderos.

Mapa 2: Mapa Base del término municipal La Calzada de Béjar. Elaboración propia.
Mapa 3: Mapa Geológico del término municipal La Calzada de Béjar. Elaboración propia.

A nivel geológico, el término municipal se localiza en la zona Centroibérica, en el dominio de Ollo de Sapo (Z1300). Dicha zona se caracteriza, según el Mapa Geológico Nacional escala 1:50.000 del Instituto Geológico y Minero Español (IGME, 1972-2003), por la dominancia de las rocas plutónicas variscas, principalmente granitoides biotíticos, facioes profídicas (presentes de norte a sur en la zona más occidental del término) y a los granitoides inhomogéneos, facies de dos micas en el sureste. Al noreste del municipio encontramos series geológicas pertencecientes al Holoceno, de arenas, limos y cantos aluvial–coluvial y coluviones recientes, así como depósitos fluvio-glaciares, conformados por bloques, cantos, arenas y limos, en el entorno al río Cuerpo de Hombre y de su afluente Arroyo de la Pedrera.

Los tipos de suelos (atendiendo a la clasificación de la FAO) están determinado por la litología. El entorno de Calzada de Béjar está conformado prácticamente en su totalidad por Cambisoles gleícos y Cambisoles húmicos, con inclusiones de Leptosoles líticos y Cambisoles dístricos, mostrando una textura gruesa en fase freática. En la parte más suroeste del término, coincidente con las zonas conocidas por el nombre del Lanchalón y La Solana, los suelos presente son Cambisoles húmicos y gleícos, con inclusiones de Leptosoles líticos y Cambisoles dístricos, con una textura gruesa en fase gravas. Entorno al valle del río Cuerpo de Hombre los suelos presentes son Fluvisoles calcáricos con eútricos y Fluvisoles dístricos con eútrico, con inclusiones de Cambisoles gléicos y Luvisol álbico, con una textura gruesa media en fase freática (IRNASA-CSIC, 1988).

Paraje de La Solana en La Calzada de Béjar.

A nivel geomorfológico la presencia de rocas ígneas, principalmente ácidas, corresponde a la reactivación del zócalo rígido, modelado por la orogenia alpina y retocado por los procesos glaciares y periglaciares (Junta de Castilla y León, 1988).

Según el Atlas Climático Ibérico de Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España y el Instituto de Meteorología de Portugal (AEMET e IMP, 2011), la zona de estudio muestra los siguientes valores (de la serie histórica de datos de 1971 a 2000):

El clima de la zona se caracteriza por la brevedad de las estaciones de otoño y primavera, los veranos frescos, los inviernos largos, con frecuentes nevadas en enero y un alto riesgo de heladas durante buena parte del año, precipitaciones durante el otoño y el invierno, y una marcada oscilación térmica.

A nivel de biota, La Calzad de Béjar, se localiza en el distrito biogeográfico bejarano. Este distrito se caracteriza por unas condiciones ecológicas únicas que propician el desarrollo de comunidades vegetales de gran valor e importancia medioambiental.

La vegetación, debido a la altitud del término, hasta los 800m corresponde con el perfil bioclimático mesomediterráneo superior subhúmedo superior, donde la vegetación potencial corresponde a un robledal con madroños, y en zonas muy favorecidas, se enriquece en quejigos y alcornoques. A partir de los 800 m se corresponde con el piso supramediterráneo, la vegetación clímax está formada por bosques caducifolios de diversos tipos, como melojares, fresnedas, alisedas, etc. Así se encuentran las asociaciones de Junipero-Quercetum rotundifoliae, alcornocales (serie Sangisorbo agrimonioidi-Querceto suberis sigmetum) quejigales y algunos robledales relicteos en valles (serie Arbuto-Querceto pyrenaicae sigmetum) y robledales (Holo mollis-Querceto pyrenaicae sigmetum). Además existen bosques de origen antrópico como castañares antiguos y pinares de pino albar (Pinus sylvestris) (Álvarez, 2014) (Martínez, 1987).

En los fondos de valle se presentan las fresnedas con robles, es un tipo de bosque mixto que suele presentarse más o menos aclarado debido a la acción antrópica para la generación de prados de aprovechamiento ganadero. A pesar de ello existen buenos ejemplos de bosques de galería formados por alisos (Alnus glutinosa) acompañados por fresnos y sauces (Salix atrocinerea).

El uso tradicional de las zonas serranas para la explotación ganadera, conllevó la tala del bosque, que junto con los incendios, ha favorecido la presencia de matorral resistente al fuego, apareciendo diversas especies de escobonales.

Río Cuerpo de Hombre.

Los usos de suelo presentes en la zona están condicionados por la presencia de suelos pobres y poco desarrollados que ha conllevado a la dedicación de sus habitantes a la ganadería y la explotación forestal. Destacan según el Sistema de clasificación jerárquica de uso del suelo (HILUCS) de Infraestructura de información espacial en la Comunidad Europea (INSPIRE), las zonas terrestres sin uso económico donde coexisten zonas de pastizales, bosques de frondosas (dehesas y arbolado forestal) y combinaciones de vegetación, con zonas residenciales correspondiente con el núcleo urbano, servicios dotacionales e instalaciones agrícolas y ganaderas.

Mapa 4: Mapa SIOSE 2011 del término municipal La Calzada de Béjar. Elaboración propia.

La extensión del término de La Calzada de Béjar no se localiza dentro de ninguna figura perteneciente a la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, pero se está trabajando en la creación de un futuro espacio natural protegido de Candelario.
A pesar de esto, destacar que su importancia ambiental se plasma en la pertenencia a la Reserva de la Biosfera de Las Sierras de Béjar y Francia, declarada por la UNESCO en 2006. El territorio de dicha reserva tiene una extensión de 199.140,48 hectáreas y alberga 85 municipios, entre ellos La Calzada de Béjar (Pierna Chamorro et al., 2019) (Mancomunidad de Municipios Sierra de Francia, 2019).

Mapa 5: Mapa de la Reserva de la Biosfera de Las Sierras de Béjar y Francia.

A nivel de la Red Natura 2000 (Junta de Castilla y León, 2019), podemos localizar, como se parecía en el mapa 6, en el suroeste una fracción perteneciente a la Zona de Espacial Conservación (ZEC) Valle del Cuerpo de Hombre (ES4150126). Dicha zona ZEC, es esencial para garantizar su estado de conservación a nivel regional y local:

En la zona central del municipio localizamos una zona con material forestal de reproducción, utilizado para (MFR) para la obtención de las diferentes categorías de material de reproducción, identificado, seleccionado, cualificado y controlado. Esta zona se considera fuente semillera de la especie Fraxinus angustifolia (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2019).

En el entorno se localizan al norte cotos de pesca de cangrejo rojo y señal en el río Sangusín, y al sur cotos de pesca en el río Cuerpo de Hombre de Trucha común (Salmo trutta) sin muerte. Además en el entorno de ambos ríos localizamos zonas riparias, lagos ribereños conectados al sistema fluvial importantes para la amortiguación y conservación de especies vegetales y fauna asociada a entornos ribereños (CHTajo, 2019).

Mapa 6: Mapa de Figuras de protección ambiental existentes en el término municipal y entorno de La Calzada de Béjar. Elaboración propia.

A nivel faunístico decir que corresponde con la fauna existente en la Sierra de Béjar, que gracias a la gran variedad de flora, las diferencias de altitud, orografía y cursos de agua, existen una gran diversidad de hábitat, permitiendo la existencia o el tránsito por el municipio de La Calzada de Béjar de individuos de especies tan emblemáticas como buitres leonado y negro, el águila-azor perdicera, la cigüeña negra, la salamandra, y especies de caza como jabalí y ciervo.

A nivel demográfico, según muestran los datos Población del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), La Calzada de Béjar, tiene una población de 86 personas, de las cuales 46 son hombres y 40 mujeres (Instituto Nacional de Estadística, 2019a).

La evolución de la población en el municipio desde 1996, ha sido descendente con tendencia negativa, como se puede apreciar en la figura 1. La pirámide poblacional de La Calzada de Béjar (figura 2), según los datos del Censo de Población y Viviendas de 2011, pone aún más de manifiesto a situación demográfica del municipio, mostrando una pirámide prácticamente invertida, donde los rangos más amplios corresponden con los grupos quinquenales de edades más elevadas, y siendo el valor de cero en los comprendidos de los 0 a 15 años (Instituto Nacional de Estadística, 2019b).

De dicha población la relación entre el lugar de nacimiento y el de residencia, mostraba la movilidad entre los municipios del entorno, ya que de las 97 personas censadas, 24 habían nacido en otro municipio y 6 en un municipio perteneciente a otra provincia. Esto indica que el 56% de la población de La Calzada de Béjar es oriunda del municipio.

El número de empresas existentes en el término según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del INE, es de 5. Según los datos del censo agrario de 2009, el número de explotaciones existentes en Calzada de Béjar era de 14, número que probablemente haya descendido debido a la tendencia poblacional.