Ojos Albos | Ávila

PEÑA
MINGUBELA

Arte rupestre postpaleolítico

En la pared del abrigo natural que domina la confluencia de los ríos Voltoya y Valdeláguila se conservan más de una treintena de representaciones  de pinturas rupestres prehistóricas.

Los motivos pintados manifiestan un acusado esquematismo, lo que no impide que se adviertan abundantes figuras humanas, cuadrúpedos y numerosos motivos geométricos.

La agrupación de figuras humanas sugiere la composición de diversas escenas: un posible danzante con los brazos en alto, un baile en el que varios hombres al parecer giran en torno a dos mujeres cuyo torso se dibuja con sendos triángulos y, posibles combates extraordinariamente dinámicos en los que los guerreros alzan sus armas. Precisamente la tipología de las armas que blanden -falcatas ibéricas, escudos circulares o espadas rectas propias del periodo prerromano en la meseta- invitan a sugerir que al menos las figuras que sujetan tales armas y las escenas en las que participan corresponden a la Segunda Edad del Hierro, entre los siglos IV al I a. C.

Hay otros motivos geométricos a los que  atribuyen una cronología mucho más antigua, durante la  Edad del Bronce, y  para otros signos indican su pertenencia a la  Época Medieval.

Asistimos, como en otras estaciones rupestres, a una reiterada utilización del soporte rocoso de las peñas a lo largo de miles de años con la intención de plasmar en ellas representaciones simbólicas.

Es evidente que el lugar fue un referente cultual, un santuario al que acudían para celebrar ritos en los  distintos periodos en que se plasman las pinturas. Aún más allá, en lo  que se refiere a las pinturas y paneles atribuidos a la Segunda Edad del Hierro se acude, sin argumentos históricos o arqueológicos,  a la legendaria explicación de que el lugar pudiera conmemorar algún episodio bélico relacionado con la incursión del general cartaginés Aníbal por estas tierras en el  220 a.C.

LOCALIZACIÓN

La estación rupestre se halla a  menos de dos kilómetros de la población de Ojos Albos. Para llegar  hasta ella hay que tomar el sendero de la Peña Serrana hasta el arroyo Valdeláguila  y desde aquí ascender al imponente farallón rocoso.