Saldeana | Salamanca

CASTRO DE
EL CASTILLO

Protohistórico

En un meandro del río Huebra, en su confluencia con el arroyo Grande, se ubican los restos de lo que fue el poblado vettón. Cuenta con una muralla, construida con granito en seco, en las zonas donde era más accesible, en los flancos norte y sudeste. El resto de su perímetro está protegido de forma natural por un acantilado de más de 100 metros.

La potente defensa artificial pudo alcanzar una altura de unos 8 metros y una anchura entre 2,5 y 4,5 metros. Describe una planta de forma oval, y estaba protegida , a su vez, por un campo de piedras hincadas. El acceso al poblado era posible por dos puertas en los lados norte y este. En la actualidad están cegadas, por lo que ahora se entra por un portillo que parece de factura contemporánea.

Parece evidente que el castro se romanizó, ya que se han localizado en su interior numerosas estelas latinas, algunas de ellas reutilizadas en viviendas de la localidad de Saldeana. Las estelas nos remiten a una ocupación del bajo imperio, siglos III-V d. C.

Existe un acceso acondicionado y un itinerario de visita señalizado que permite al visitante llegar al castro y recorrer parte del tramo oriental de la muralla. Un sector de la defensa del castro en el que se ha limpiado una extensísima franja de terreno de piedras hincadas. Es posiblemente el castro del occidente de la meseta en el que mejor se aprecia el trabajo y la posible efectividad de este método defensivo contra la caballería enemiga, si bien sería igualmente valido para impedir un ataque por sorpresa de los infantes. En este mencionado sector oriental hay varios carteles que explican diferentes aspectos del modo de vida de los vettones.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Para acceder al castro, situado al suroeste de la localidad de Saldeana, hay que tomar un camino, de un 1 kilómetro aproximadamente que parte de la población.

Saldeana se encuentra en el interior del Parque Natural de Arribes del Duero. En las inmediaciones del castro parte una senda con espectaculares miradores sobre el río Huebra.

La visita al castro es libre.