El Monasterio de Santo Domingo de Silos está integrado en el Camino de la lengua Castellana y es uno de los enclaves en cuyos manuscritos junto a los textos escritos en latín aparecen las primeras expresiones o explicaciones en lengua romance o dialectos populares. Esos textos, las glosas Emilianenses del Monasterio de San Millán de la Cogolla, emparentado directamente con Silos, y los Cartularios de la Colegiata de Valpuesta, contienen las primeras expresiones de lenguas en formación y son referentes imprescindibles para el estudio del latín medieval, del origen del castellano y otros dialectos.
El monasterio ha sido también visitado por artistas y escritores de diversas épocas y naciones, que han expresado sus impresiones y emociones en creaciones evocadoras. Mencionemos entre ellos a José Zorrilla, Miguel de Unamuno, a los poetas de la Generación del 27 – Federico García Lorca, Gerardo Diego, Rafel Alberti- y a poetas y escritos de las generaciones de la segunda mitad del siglo XX.
Entre los testimonios más conocidos es el soneto de Gerardo Diego que dejó escrito en el año 1924 en el propio libro de visitas del monasterio sobre el ciprés del claustro de Silos como símbolo de superación y del espíritu que trasciende lo terrenal y se eleva al cielo; lugar al que regresó y volvió a dedicar otros poemas.
Estas y otras muchas reflexiones de visitantes testimonian la fascinación que genera el Monasterio de Santo Domingo de Silos como centro espiritual con más de mil años de historia, lleno de simbolismo y de admirables creaciones, vivo y transmisor de sensaciones.