Construido sin ningún condicionante de estructura previa, presenta una traza regular y rotunda a la manera de otros castillos de siglo XIII. Su planta es cuadrada con torres ultra semicirculares en el centro de sus lienzos.
Tres torres rectangulares en tres de sus esquinas y una inmensa torre pentagonal en la cuarta, justo en la parte que la enfrenta a la zona llana del cerrito donde se levanta, orientando su “proa” hacia el lugar desde donde mejor le podían batir. La gran fortaleza de su construcción explica por qué en el resto de la Edad Media no necesitó ser reformado.

En la reparación, en vez de limpiar, desatrancar y reparar los daños, se propuso, además, cambiar algunos elementos para que el mantenimiento posterior sea más fácil. La cubierta ejecutada funciona gracias a las pendientes creadas por un tablero de aglomerado que coge la pendiente gracias a unos rastreles en cuña situados en su parte inferior.

Todo ello permite la circulación del agua (y la suciedad) hacia las 4 gárgolas. El aspecto final luce una tarima IPE, la cual está peraltada sobre un rastrelado unidireccional de madera, que va adaptando a la pendiente mediante tacos de neopreno colocados sobre la lámina geotextil que protege la lámina impermeable situada sobre el tablero de formación de pendiente. 

Obra: Restauración de la cubierta del Castillo de Montealegre de Campos (Valladolid). Arquitecto: Fernando Cobos Guerra.
Arquitecto Técnico: Valentín Cobo Solano.
Empresa: NORFOREST, S.L.
Inversión: 29.027,51 euros.