Cardeñosa | Ávila

CASTRO DE
LAS COGOTAS

Protohistórico

Las Cogotas es un oppidum habitado en la Edad del Hierro localizado a unos 6 km al suroeste de la localidad de Cardeñosa, junto al río Adaja, en la zona más oriental de la sierra de Ávila.

Ocupa una pequeña elevación natural del terreno que le confiere cierta protección. En su cima sobresalen dos llamativos berrocales de granito redondeados a los que debe su nombre.

Es uno de los castros más emblemático del pueblo vettón. Las primeras referencias datan de 1876, pero habrá que esperar a 1927 para asistir a las primeras excavaciones arqueológicas.

En el asentamiento distinguimos dos recintos fortificados, uno en la zona alta, conocido como acrópolis, y otro inferior, descrito como un espacio destinado a guardar el ganado, la principal fuente de riqueza de estas comunidades.  En su perímetro se hallaron varios verracos, uno de ellos actualmente instalado en  la plaza de Adolfo Suarez de la ciudad de Ávila. La concentración de esculturas de animales en este posible cercado ganadero fundamenta la teoría que los verracos son representaciones mágicas que exhortan la fertilidad y salud de los rebaños. Corroborando esta idea de la vocación ganadera de buena parte de la población, los estudios de pólenes indican la existencia de abundantes zonas de pastos cercanas al castro aprovechando la fértil vega del río Adaja. También practicaban la agricultura. Aparte del descubrimiento de pólenes de trigo, en casi todas las cabañas se han localizado al menos dos juegos de molinos de mano para moler cereal.

Una imponente muralla, solo interrumpida por tres puertas, protegía al extenso poblado. La superficie intramuros ronda las 14,5 hectáreas.  La puerta más compleja y elaborada es la principal del recinto superior. Tiene forma de embudo por lo que no es intencionadamente visible a cierta distancia. A la imponente  muralla los vettones sumaron una ancha franja de piedras hincadas que dificultaba aún más si cabe un ataque por sorpresa.

Dispuso de un camino de ronda empedrado intramuros en ciertas zonas de la muralla. La ubicación de las casas y las calles no se debe al parecer a la existencia de un plan urbanístico previo, sino que se adaptaron a la topografía de la zona, buscando siempre las superficies más llanas. Las casas eran rectangulares y de grandes dimensiones, entre 20 y 30 metros de largo por 7 metros de ancho. Están construidas con zócalos de piedra rematados al exterior y en las divisiones internas mediante muros de adobe. Vemos varias de estas viviendas escalonadas en la ladera junto a la entrada principal.

En la parte más alta de la meseta hay otra entrada igualmente escondida. Desde este lugar se aprecia una de las características singulares de la muralla de Las Cogotas, la intencionada sinuosidad de sus lienzos que aumenta de manera eficaz las posibilidades de tiro cruzado.

Un sector extramuros, en la parte meridional del castro, estaba dedicado a servicios colectivos e industriales. Aquí había un importante alfar o taller destinado a la elaboración de productos cerámicos extendido en una superficie de alrededor de  300 m2. La producción era considerable y seguramente superaría las necesidades del poblado.  Producía, entre otros, unos elaborados vasos a torno con decoración pintada. El alfar estaba situado junto al río, al exterior del poblado.  Su ubicación fuera de la muralla se explica por las enormes  posibilidades que se originasen incendios durante la cocción en el horno de los productos cerámicos.

Otra producción artesanal en la que destaca Las Cogotas entre los poblados vettones de la meseta es la elaboración de objetos con cuernas de ciervos. En muchas viviendas del poblado se han hallado cuernas, útiles a medio elaborar, objetos de adorno o mangos para embutir piezas de metal.

El poblado también contaba con una necrópolis descubierta y excavada por Cabré en 1949. Localizada a unos 200 metros hacia el norte de la puerta principal del castro, se documentaron en aquel momento 1469 tumbas de incineración, de las que sólo 224 presentaron ajuares funerarios. Los enterramientos se organizaban en cuatro zonas bien diferenciadas que podrían responder a líneas de descendencia de grupos familiares. Cavaban agujeros de escasa profundidad en los que colocaban urnas de cerámica que contenían las cenizas. El enterramiento era cubierto posteriormente con piedras y en ocasiones disponían estelas para señalar la tumba al exterior. A partir del estudio del cementerio, se deduce que la comunidad estaba formada por unos 200 o 250 habitantes, con diferencias sociales muy marcadas.

Un reciente estudio revisa los ajuares de los posibles guerreros con interesantes conclusiones. Parece que no hay una élite guerrera como tal, ya que las inhumaciones en la que hay armas están repartidas en similares porcentajes en los grupos de tumbas.

Los guerreros, de ser tales, poseen un bagaje militar muy sencillo compuesto por: un escudo, lanza y una espada o un puñal. Con tan exiguo armamento, la impedimenta sería, en su mayoría, de infantes armados con dos lanzas, un puñal y, como protección, un escudo.

La investigación concluye también que en aquellos enterramientos en las que solo hay un escudo y un puñal no es posible hablar de tumbas de guerreros y que estos objetos serían más bien atributos de un cierto status social.

EL AULA ARQUEOLÓGICA

 

En la localidad de Cardeñosa, en las dos plantas del edificio del ayuntamiento, hay un Aula Arqueológica que reproduce aspectos de la vida vettona. Está representado el alfar excavado en el castro y se ilustra la producción de cerámica a mano y su evolución hasta la de factura a torno. También hay información en diversos paneles y otros recursos del proceso de construcción del castro, el armamento guerrero, así como de la historia de la investigación del yacimiento y, mediante maquetas, donde se ubican los restos más significativos del castro.

El Aula se completa con varias piezas originales, rescatadas en el yacimiento, cedidas por el Museo de Ávila para ser expuestas. En varias vitrinas hay numerosos materiales representativos del yacimiento.

LOCALIZACIÓN

Encontramos el yacimiento en el término municipal de Cardeñosa, a escasos 20 minutos de Ávila. Desde la Nacional 403, dirección Valladolid, a unos 10 km, se toma un desvío en dirección a la presa de Las Cogotas. Desde ésta, a pie, accedemos al castro cruzando la presa y siguiendo el camino que bordea el poblado

También podemos tomar la Nacional 501 dirección Salamanca, y a unos 4 Km coger la comarcal AV-804 dirección Cardeñosa. Poco antes de llegar al pueblo hay a la derecha una pista de tierra que nos sitúa, después de un paseo de unos 4 kilómetros, en las inmediaciones del asentamiento.