Montaña Palentina | Palencia

CONJUNTOS RUPESTRES
DE LA MONTAÑA PALENTINA

Medieval

El patrimonio de Castilla y León, a la par que sobresaliente, es extraordinariamente diverso. En cada territorio de la Comunidad son perceptibles peculiaridades que hacen aun más singular el conjunto de yacimientos o lugares que investigar y poner en valor para su disfrute público.

 

Este es el caso en el norte de la provincia de Palencia de una serie de construcciones rupestres y de necrópolis excavadas en la roca erigidas en un momento ciertamente importante de nuestra historia, la Alta Edad Media (siglos VII al X). Época en los que se gestan y afianzan los reinos de Castilla y de León.

No se sabe a ciencia cierta si las construcciones rupestres se deben a la propagación de unas ideas religiosas ascéticas, con una forma de vida eremítica, o están ligadas a monjes mozárabes venidos del Sur de la Península huyendo de la persecución religiosa. Lo que sí podemos afirmar es que estos lugares de culto se multiplican en muy poco tiempo por los reinos cristianos y son especialmente abundantes en La Rioja, Cantabria y las provincias de Burgos y Palencia.

Los templos rupestres palentinos manifiestan unos rasgos comunes. Aprovechan cavidades de roca arenisca que se excavan a mano. Surgen en parajes naturales de gran calidad ecológica, escondidos en vallejos y faldas de montes apartados, y cerca de corrientes de agua apacibles. La entrada aparece generalmente hacia el sureste. Aparte de la nave principal de la iglesia siempre hay unos pequeños espacios a los pies o en el lateral del inmueble, seguramente baptisterios y sacristías. Poseen bancos para sentarse tallados en la roca en los laterales de la nave principal. En los alrededores hay normalmente habitáculos, igualmente excavados en la roca, donde moraban los monjes. Junto a los templos emergen las necrópolis, con tumbas excavadas en la roca en que dibujan la silueta humana con la cabeza muy marcada, por lo que se les denomina tumbas antropomorfas.

Por lo que respecta a los edificios estos copian, con las limitaciones propias de estar excavados en la roca, a las construcciones de la época: hay arcos de herradura, arcos de medio punto, bóvedas de cañón y rematan la cabecera con ábsides rectangulares o semicirculares.

Estas características arquitectónicas ayudan a establecer la cronología de los inmuebles. Los arcos de herradura sugieren que las iglesias rupestres comienzan a construirse en el siglo VII, pero tal vez este es el arranque de la proliferación de estos templos. Según los estudiosos la mayoría surgen entre los siglos VIII-X, periodo con el que coincidirían buena parte de los rasgos constructivos antes mencionados –arcos de medio punto, bóvedas de cañón, etc.–. así mismo a este periodo cronológico de los siglos VIII al X se atribuyen: alguna inscripción fundacional, las tumbas antropomorfas excavadas en la roca y diversos fragmentos cerámicos recuperados en la limpieza de estos lugares y sus entornos.

EREMITORIO DE LOS SANTOS JUSTO Y PASTOR EN OLLEROS DE PISUERGA

A los pies de una pared rocosa completamente vertical de más de 20 metros de altura encontramos una de las ermitas rupestres más interesantes de la Península. El lugar pasaría desapercibido si no fuera por un pequeño pórtico por el que se accede al templo. Ya en el interior hay dos naves con bóvedas ligeramente apuntadas en los que tallan arcos fajones con evidente sentido de imitación de la arquitectura al aire libre, puesto que aquí no parece que cumplan ninguna función de refuerzo de la construcción. La cabecera remata con dos pequeños ábsides semicirculares a cuyos lados se disponen dos estancias. A la derecha hay una pequeña sala extraordinariamente estrecha y alargada, posiblemente la sacristía. Por su parte, en la que vemos a la izquierda hay un nicho esculpido en la pared en el que en su parte superior se dibuja, grabada en la roca, una tumba antropomorfa.

En las inmediaciones de la ermita vemos algunas cavidades excavadas, únicos restos de las viviendas de los eremitas, y diseminadas por varias zonas tumbas antropomorfas.

El conjunto al exterior conserva un campanario sobre el farallón rocoso datado en el siglo XVII y dos lauras próximas, asentada sobre una de ellas una torre en piedra de sillería del siglo XVII. Si bien el templo se erige en el siglo X, es modificado ampliamente en el XII , según el gusto románico.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Se accede desde la N-611, tomando la salida a Olleros de Pisuerga. La ermita rupestre se halla a la entrada de la localidad.

SAN MARTÍN EN VILLARÉN DE VALDIVIA

Es una pequeña ermita de planta rectangular y una sola nave rematada por dos cabeceras igualmente rectangulares cubiertas con bóvedas de medio cañón. Tanto en los ábsides como a los laterales de la nave central hay esculpidos bancos para sentarse y en el suelo de la nave se aprecian varias tumbas excavadas en la roca.

A los pies hay otra estancia en la que se ha conservado la inscripción fundacional, data del 768 y en ella se relata que la iglesia está bajo la advocación de San Martín. Como en el caso anterior, en los alrededores se advierten una serie de orificios en la roca, últimos vestigios de las construcciones en que se refugiaban los monjes.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

El eremitorio se encuentra junto a las últimas casas del pueblo.

SAN PELAYO EN VILLACIBIO

El arco de medio punto que da paso a la ermita de San Pelayo no permite imaginar la sencilla pero magnífica ermita excavada en la roca. La iglesia tiene una sola nave y planta rectangular y dos pilastras laterales señalan la zona del presbiterio. El ábside a su vez está delimitado por una ancha pilastra a cuyos lados se ven dos arcos, siendo el de la derecha de herradura. En las paredes, tanto al exterior como en el interior hay numerosas cruces grabadas. Es posiblemente el edificio cristiano más antiguo de la zona y los investigadores sugieren el siglo VII como la época más probable de su edificación. De su dilatada historia comentaremos que llegó a depender del monasterio de Santa María de Mave y que en un texto se menciona su donación por Doña Urraca al prior del convento de San Salvador de Oña en 1155.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Desde Aguilar de Campoo hay que dirigirse a Villacibio y antes de llegar a la localidad tomar el camino señalizado que sale a la derecha.

SAN VICENTE EN CERVERA

La ermita está muy deteriorada y ha sufrido al parecer desde su construcción distintas reformas. Con todo es una de las iglesias rupestres más interesantes del norte palentino, algo a lo que contribuye el singular paraje en el que se localiza. Tiene planta rectangular y una sola nave con un ábside posiblemente semicircular. A los pies hay un pequeño espacio, probablemente el baptisterio. La planta se complica con otra estancia cubierta con bóveda de medio cañón. Varias tumbas antropomorfas aparecen embutidas en los muros del interior. La necrópolis se extendía, además, por los alrededores de la ermita y es posible apreciar aún varias tumbas alineadas excavadas en el suelo.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Para acceder al eremitorio, alejado unos 300 m de la población, es necesario tomar desde Cervera el camino que conduce al paraje del Molino.