Palacios de la Sierra | Burgos

NECRÓPOLIS DEL ALTO ARLANZA

Y CENTRO DE VISITANTES

Medieval

En la zona nororiental de la provincia de Burgos encontramos varios lugares arqueológicos, curiosamente de la misma época, la Alta Edad Media, que han sido objeto de una investigación detallada y que hoy, gracias a las excavaciones arqueológicas seguidas de trabajos de acondicionamiento y señalización es posible visitar.

 

Aunque suponemos que hay asentamientos anteriores, de los que carecemos por el momento de información arqueológica, el poblamiento de este territorio está asociado a la colonización de los nobles castellanos. En su sistemático avance hacia el sur los monarcas castellanos pueblan este territorio burgalés, ejerciendo una importante presión política y militar sobre los musulmanes. Estos se mantienen fuertemente establecidos en el Duero –recordemos al respecto la impresionante fortaleza califal de Gormaz–. Con el tiempo, esta disputa sobre el territorio se saldará a favor de los cristianos,  favoreciendo la consolidación y expansión notable del condado de Castilla desde este primigenio núcleo del solar burgalés.

Los castillos y poblados de aquel momento han desaparecido en su mayor parte o aun no han sido objeto, salvo excepciones, de investigaciones arqueológicas, pero aun nos quedan notables vestigios, principalmente necrópolis excavadas en la roca y la disposición espacial de los edificios religiosos asociados a aquellas, que nos permiten reivindicar  el protagonismo histórico del que gozó este territorio durante la Alta Edad Media.

En un espacio de no más de treinta kilómetros de longitud, a lo largo de la cuenca alta del Arlanza, hay la mayor concentración conocida de enterramientos rupestres de Castilla y León. No resulta creíble que las condiciones geológicas, afloramientos de blandas areniscas, justifiquen por si solas la notable densidad de necrópolis y tumbas rupestres de un periodo concreto de la Edad Media. Para justificar la presencia de iglesias y necrópolis se esgrimen razones históricas. La favorables condiciones para el pasto de los ganados y la explotación del bosque permiten que existan varias pequeñas aldeas relativamente próximas entre ellas durante los siglos XI al XIII. En este momento final se asiste a una presión fiscal por parte de los nobles que da lugar al abandono de varias de las aldeas o en su defecto al desplazamiento o concentración de sus pobladores en otras localidades.

La tipología y los diversos tamaños de las tumbas rupestres nos aportan interesantes datos sobre la sociedad alto medieval. Así, tras el estudio de la necrópolis de Revenga conocemos que la esperanza de vida era muy corta. un 35% por ciento de los infantes morían antes de los 5 años y otro 25 % antes de los 15 años. Llegaban a adultos, por tanto, menos del 50 % de los habitantes.

LOS YACIMIENTO Y SU VISITA

NECRÓPOLIS DE CUYACABRAS. QUINTANAR DE LA SIERRA.

Entre robles y pinos se alza una plataforma rocosa que en otros tiempos albergó un pequeño edificio religioso y en su derredor una extensa necrópolis de más de 180 tumbas excavadas en la roca. Muchas de ellas son antropomorfas, es decir, que la cabecera está señalada con una oquedad  en forma de herradura. Este tipo de tumbas por lo general se asocian a individuos adultos, mientras que los niños se enterraban en fosas elípticas, con la cabecera y los pies redondeados,  conocidas comúnmente como tumbas de bañera. Las necrópolis tienen en común que las tumbas se orientan preferentemente de oeste a este, con la cabeza hacia el este, y por tanto hacia el nacimiento del sol esperando los finados el día del juicio final. En algunas ocasiones las tumbas aparecen agrupadas dando la sensación de que estamos ante auténticos panteones.

En la necrópolis de Cuyacabras hay, además, nichos en las paredes rocosas verticales  cuyo lateral estaría cerrado con lajas de piedra.

Una escalera, excavada en el mismo promontorio rocoso, asciende al lugar donde se levantó una iglesia semirupestre situada en la parte mas alta y central del conjunto. Este edificio tuvo varias fases constructivas. De su etapa final se conserva una planta rectangular de 9 x 3,85 m y un acceso al mediodía a través de un pequeño atrio cubierto.

LOCALIZACIÓN

Se accede al lugar siguiendo la carretera que desde Quintanar de la Sierra conduce a Neila. A la salida de la población, a la derecha, hay una indicación que señala el camino que conduce hasta las inmediaciones de la necrópolis. Hay que dejar el coche en una explanada y continuando el curso de un pequeño arroyo, a escasos 100 metros nos encontramos el yacimiento arqueológico.

EL EREMITORIO DE CUEVA ANDRÉS

No muy lejos, a algo más de 3 kilómetros al este del casco urbano de Quintanar de la Sierra, se halla el eremitorio de Cueva Andrés.  Es un pequeño conjunto altomedieval integrado por un oratorio y una necrópolis rupestre. Se ubica en una peña que se conserva solo parcialmente debido a un desprendimiento. En la parte que subsiste  llama la atención la cabecera de la iglesia  en la que se ha dibujado en la piedra un arco de herradura, de tipología mozárabe, rematado con una cruz griega. De la necrópolis se han registrado media docena de sepulturas excavadas en la roca.

REVENGA. REGUMIEL DE LA SIERRA

La necrópolis medieval está muy próxima a la actual ermita de Revenga,  de popular y profunda devoción,  y no sería, por tanto,  extraño que la reminiscencia del lugar de culto medieval hubiera propiciado en su día la construcción de la ermita contemporánea.

Al igual que sucedía en la mencionada de Cuyacabras, la necrópolis y la edificación religiosa se disponen en un pequeño promontorio rocoso. En este caso,  la iglesia, de la que conocemos dos fases constructivas, tenía planta rectangular y ábside cuadrado, quizás recordando el rito romano. En el centro de la nave hay un encaje circular en la piedra, interpretado como un posible lavatorio de los cadáveres, pués la costumbre de lavar los muertos en el espacio sagrado era habitual en la Edad Media.

Su similitud con ritos judíos y de los moriscos obró que fuera mal vista por la autoridades eclesiásticas, principalmente por la inquisición, que empezó a perseguir a quienes la ponían en práctica, consiguiendo que la costumbre desapareciera.

En  el entorno del edificio religioso se localizan 150 tumbas de los tipos antropomorfo y de bañera. Los enterramientos cubren todo el espacio, respetando eso sí las tumbas previas y el espacio sagrado.

Pero si por algo resulta original la necrópolis de Revenga es por los numerosos grabados que vemos junto a la iglesia rupestre y repartidos por la necrópolis. Junto al atrio hay tres pequeñas oquedades alineadas interpretadas como candelas votivas y junto a estas dos personajes, hombre y mujer en una palmaria escena sexual.

En otra zona hay un jinete junto a unas herraduras, explicadas estas como elementos propiciatorios. Hay manos labradas y próximos unos curiosos grabados que imitan huellas de animales.

Vemos también un alquerque, juego medieval parecido a las damas muy popular en la Edad Media y una figura femenina con una imagen de la luna sobre su cabeza, la única inscultura por cierto situada en el interior de la iglesia.

 Si bien no existe ninguna relación con los grabados  medievales mencionados  que en el peñasco en que se sitúan las tumbas hay, si bien muy deterioradas, varias huellas o icnitas de dinosaurio, entre ellas una tridáctila, una extremidad con tres dedos, perteneciente a un iguanodóntido.

LOCALIZACIÓN

Se accede al yacimiento siguiendo un camino desde la ermita de Revenga. A escasos doscientos metros a la izquierda ya se reconoce el roquedo donde se hallan las tumbas.

REGUMIEL DE LA SIERRA

Cuando te aproximas a la iglesia de esta población rápidamente se advierten, extendidas en una amplia franja de terreno, numerosas tumbas excavadas en la roca. La necrópolis es muy extensa, se documentan alrededor de un centenar de tumbas, y estamos seguros que sobrepasaría la zona ocupada por las escalinatas de acceso a la iglesia y por la ampliación del templo. Las tumbas son mayoritariamente del tipo antropomorfo.

PALACIOS DE LA SIERRA

En esta población se han descubierto los cimientos de varias estructuras de un hábitat semirupestre y en su alrededor varias decenas de enterramientos. Cinco de las tumbas  excavadas en la roca poseen una notable profundidad, posiblemente se trate de panteones familiares. La necrópolis ofrece ciertas características que la diferencian claramente de las mencionadas con anterioridad. Aparte de las tumbas excavadas en la roca de tipo antropomorfo y de bañera, por tanto de época altomedieval, de los siglos X y XI, hay otras tumbas con una tipología diferente y que sabemos corresponden a un momento posterior,  pues son muy frecuentes en monumentos iniciados en los siglos XII y XIII. Son tumbas a las que se denomina de lajas, ya que las inhumaciones se introducen en nichos rectangulares delimitados por pequeñas piedras planas de caliza. Es más que probable  que el cementerio de Palacios de la Sierra siguiera en uso por más tiempo,  puesto que también se han hallado sarcófagos de piedra. Un modelo de sepultura que comienza a ser habitual a partir de los siglos XIII y XIV.

El yacimiento es fácilmente reconocible pues se halla en el altozano que domina la población.

CENTRO DE VISITANTES DE PALACIOS DE LA SIERRA

En la localidad de Palacios de La Sierra se ha habilitado un Centro de Interpretación en el que hay abundante información de las necrópolis de esta comarca burgalesa. Tras un recorrido, en el que no faltan paneles, audiovisuales y maquetas, se comprende las costumbres, los modos de vida, o las creencias de los cristianos de la Edad Media que enterraron a sus muertos en estos cementerios.

LOCALIZACIÓN

Centro deVisitantes de las Necrópolis del Alto Arlanza

C/ de la Fuente nº 21
09680 Palacios de la Sierra (Burgos)
Telf: 947 39 27 19