Villaviciosa-Solosancho | Ávila

LA CABEZA DE
NAVASANGIL

Hispanovisigodo y medieval

Este poblado fortificado se erigió en época altomedieval sobre una de las lomas de las estribaciones del norte de la Sierra de la Paramera. Se sitúa junto al “camino de las portillas” por el que se accede a los pastos altos serranos.

Gracias a los restos arqueológicos recuperados en las campañas de excavaciones sabemos que el emplazamiento castreño se ocupó de forma continuada en dos etapas históricas.

A finales del siglo V o principios del siglo VI d.C. La Cabeza de Navasangil inicia su periodo de apogeo, se fortifica el enclave y se edifican estructuras residenciales y auxiliares con carácter estable.

Es este el momento en el que se levantaron las defensas del cerro, contando estas con muralla, puertas fortificadas y cuerpos de guardia.

De la magnitud y complejidad de las defensas se deduce que estamos ante un asentamiento rural fortificado que ejercía sobre su entorno un control político y militar. De otro lado, el hallazgo de una serie de armas – lanzas, una espada y varias hachas-, entre sus piezas más singulares vendría a atestiguar que una parte de la población asumiría funciones militares.

Otros materiales descubiertos en las excavaciones sugieren la práctica de actividades económicas como la agricultura, la ganadería y el comercio, representadas por piezas como un yunque para afilar guadañas, algunos fragmentos de embudos, dos cencerros de bovino y pizarras numerarias de contabilidad. Las pizarras grabadas visigodas son exclusivas de un territorio que abarca las provincias de Ávila, Salamanca y norte de las provincia de Cáceres. Los textos en latín vulgar aluden a compraventas, actos jurídicos , económicos o a hechos de la vida cotidiana.

El recinto amurallado posee una puerta con un cuerpo de guardia que, situado frente a la misma, complementaba la protección de este acceso y flanqueaba el camino de paso a los pastos altos de La Paramera. Así se podía controlar y asegurar el tránsito de los ganados a los pastos frescos en altura, siendo probablemente la élite de Navasangil la que cobraría el peaje, a modo de portazgo.

Esta trasterminancia del ganado sigue siendo, aún hoy, una práctica habitual en estas tierras.

Dentro del recinto defensivo se han reconocido alrededor de 35 estructuras domésticas que, con una compartimentación interior en 1, 2 ó 3 estancias, ofrecen una imagen hacinada del conjunto urbano. Se han excavado tres estructuras de habitación del periodo visigodo, dos intramuros, y una tercera adosada al lienzo exterior de la cerca defensiva.

Un incendio virulento, debido con toda probabilidad a una acción armada, destruyó completamente el poblado interrumpiendo la vida en el castro, asolando su hábitat y abandonando precipitadamente numerosos restos de cultura material: armas, cerámicas completas, pizarras numerarias, utillaje de trabajo, monedas bajoimperiales o semillas de cereal.

Unos cientos de años después, en el siglo XIII, se vuelve a ocupar el lugar aprovechando algunos de los antiguos muros visigodos, esta vez por gentes ganaderas.

Destaca entre las estructuras plenomedieval es una construcción cultual que reutiliza grandes sillares procedentes del expolio de las torres de la puerta de la antigua muralla.

Es posible que tanto el núcleo de poder rural visigodo como el centro cultual del siglo XIII no sean sino dos de los muchos hitos que han convertido el lugar en un lugar de referencia poblacional a lo largo de la historia, pues aún en la actualidad los vecinos de “La Villa” acuden a la vaguada próxima al poblado para comer el hornazo en la Pascua de Resurrección.

LOCALIZACIÓN

Para acceder al sitio es necesario pedir permiso en el Ayuntamiento de Solosancho que facilita las llaves del recinto vallado. Existe señalización y cartelería para la visita auto guiada. Igualmente, desde TERRA LEVIS MASAV se organizan visitas guiadas al sitio con periodicidad semanal en verano –meses de julio y agosto- y mensual en invierno.

Desde la parte más alta del poblado se tienen magníficas vistas sobre el Valle Amblés hacia el norte, el castro de Ulaca al noreste y el Pico Zapatero hacia el sureste.